El día final del mundo
volará
caerán sus huesos
en el mar
no se quemará;
nos lloverá.
Sus brazos abrirá
y nada alcanzará.
Ya los hombres no estarán
ni los elohimes, no
los cuatro vientos no estarán
ni los que les siguen, no
los monumentos no estarán
ni lo más terrible, no
ya los hombres no estarán
ni los elohimes, no.
El día final del hombre
viene a llenar
los eslabones
se perderán
a nadie importarán
¿y a quién servirán?
Los soles se derrumban,
al final, la vida se va.
Ya los hombres no estarán
ni los elohimes, no
los cuatro vientos no estarán
ni los que les siguen, no
los monumentos no estarán
ni lo más terrible, no
ya los hombres no estarán
ni los elohimes, no.
Noviembre 23 y 24 de 1994.- Una historia del Gabo.
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