Las contra-adicciones
Hoy día no preciso nombrar
a cuántos no han podido encontrar
me invento un aditivo
que va dejándome imaginar
anticonceptivos de la realidad.
Desarmo y rearmo el desván
teórico, que la vida da
poder es querer y no querer es poder
¿cómo está?
¿cómo iba a saber decir lo que no sé?
Recomenzar diciéndome:
“no mires las palabras que te dan,
no necesitas contestar,
sigue no más”.
Y doblo en cada cuadra final
me dejo y me despido inmortal
y dejo la moral a los otros
que no saben vagar
por la claridad de una necesidad.
Y aquí estás mirándome,
oyendo las instancias que me van
diciendo cómo y dónde está
lo que está mal.
Aguanta la primera nada más
y déjate la vida para andar.
Si un día me decido callar
y actuar en vez de profetizar,
si acudo un día de éstos
a la cita de todos con Dios,
seguro me dirá:
“¡no cantes por favor!”...
Julio 24 de 1995.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario